
La nota que le dio la vuelta a todo el país durante la semana que termina fue la desaparición en Michoacán de nueve encuestadores, de las empresas Consulta Mitofsky y Parametría. ¿Qué significa el secuestro y retención de trabajadores de casas encuestadoras, quienes levantarían datos para una encuesta política?
La geografía purépecha se ha puesto realmente “caliente” por la operación del crimen organizado, situación ante la cual los tres niveles de gobierno prefieren cerrar los ojos por la incapacidad de poner orden. Esto solamente es un síntoma del gran mal que aqueja a la región, de tal suerte que el gobernador Leonel Godoy, al igual que sus funcionarios, literalmente tiemblan cuando se habla en las críticas y análisis periodísticos de un gobierno fallido, el cual, por cierto, pende de un hilo por la mala actuación.
Hasta ahora hay más dudas sobre el hecho, pues no se ha sabido con certeza en qué circunstancias estuvieron o dónde permanecieron los nueve encuestadores perdidos durante tres días en el municipio de Apatzingán, pero los dichos del mismo procurador de justicia del lugar señalan que hubo intensas movilizaciones para ubicarlos, para luego misteriosamente volver a aparecer. Sin embargo, aunque Roy Campos y Francisco Abundis, directores de las encuestadoras, han hablado del secuestro, seguimos preguntándonos, ¿qué pasó en realidad? ¿Por qué han callado autoridades y empresas?
¿Será que la realidad nos alcanzó y que hay regiones impenetrables para cualquiera que no pertenezca a los grupos organizados presumiblemente del crimen, que se han insertado en las arterias y corren por las venas administrativas estatales? No es poca cosa este asunto al considerar que en unos meses se celebrará un proceso electoral más, que arranca con esta incertidumbre, ¿quién está seguro en Michoacán?
Una de las joyas del escritor Julio Cortázar es el cuento “Casa tomada”, donde seres que nunca se ven, pero se perciben, obligan al matrimonio de la residencia a cerrar puertas de las habitaciones, reduciendo su espacio vital, quizá por la paranoia de ser capturados. Al final abandonan la casa y no conformes, se tiran las llaves a la coladera. Del cuento se han hecho múltiples interpretaciones, y ahora sirve para ejemplificar que nos estamos quedando fuera de la casa.
La información de que no se iba a permitir levantar encuestas en la región se tenía semanas atrás, inclusive este medio dio cuenta de ello, en tanto Francisco Abundis, director de Parametría, dijo que la encuestadora se retirará temporalmente de Michoacán mientras encuentra la fórmula para proteger a sus empleados. Lo cierto es que con este clima todos pierden.
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