
El nazismo y fascismo que se desarrolló entre los años 30 y 40 es una de las etapas más oscuras en la historia de la humanidad y México no fue la excepción de que esa ideología permeara entre la población, por lo que se crearon dos corrientes: los profascistas y los antifascistas, dando lugar a infinidad de manifestaciones literarias y artísticas que casi no son conocidas y ahora salen a la luz en el Museo del Estanquillo.
Conformada por 274 piezas que Carlos Monsiváis rescató durante cuatro décadas, entre objetos, documentos, fotografías, obras de grandes artistas y piezas de gran valor histórico, el Museo del Estanquillo presenta la exposición “Dos Miradas al Fascismo: Diego Rivera y Carlos Monsiváis “. Curada por Rafael Barajas, la muestra presenta un recuento artístico-documental de las manifestaciones del fascismo y antifascismo en México. La entrevista que hizo José Pagés Llergo a Hitler, caricaturas que se publicaban en los periódicos, libros, carteles, incluso unas tazas con las figuras de los personajes más emblemáticos.
En palabras de Beatriz Sánchez Monsiváis, la exposición refleja la importancia de la derrota del fascismo en el mundo y la mirada diferente que tanto Carlos Monsiváis como Diego Rivera ejercieron en contra de esta amenaza mundial. La muestra abre con un cuadro de José Chávez Morado en el que se ve a un cocodrilo con la piel tatuada de suásticas nazis devorando a un indígena mexicano y cierra con el búnker de Hitler en ruinas.
Obras de Leopoldo Méndez, Alberto Beltrán, Raúl Anguiano, José Renau, Pablo Picasso, Paul Klee, Oskar Kokoschka, Chávez Morado entre otros, marcan en esta exposición el cruce entre la historia nacional y la historia mundial del siglo XX. Alrededor de un diez por ciento de la muestra son piezas de otros acervos, como el penúltimo cuadro “Refugio de Hitler, Ruinas de la Cancillería de Berlín” -perteneciente a la Galería Arvil- que Diego Rivera realizó en 1956 cuando viajó a la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), para atenderse el cáncer que padecía. Este lienzo puede apreciarse al final del recorrido. Se trata de uno de los más importantes de Rivera y está dividido en tres planos: en el primero aparecen las ruinas del fascismo derruido, en el segundo se encuentran los edificios del capitalismo destruido, y en el tercero se aprecia una edificación con banderas rojas que simbolizan al socialismo.
La secretaria de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, Elena Cepeda de León, al inaugurar la exposición dijo que éste es un proyecto valioso que no sólo ayudará a difundir hechos de nuestra historia, sino que contribuirá a que los ciudadanos aprendamos el valor de la tolerancia y la vida en democracia y escuchar nuevamente lo que los artistas de épocas pasadas nos legaron. Es necesario, dijo, “trabajar para que la cultura sea un espacio de libertad, pluralidad y tolerancia, pues los mexicanos no queremos vivir con odio, violencia, ni bajo dictaduras”.
Las dos miradas al fascismo hace referencia a las dos posturas que se dieron en nuestro país en los años 30 y 40 sobre el nazismo y fascismo. Por un lado, intelectuales como José Vasconcelos y Gerardo Murillo, el Doctor Atl, apoyaban esa ideología; mientras que Diego Rivera, Raúl Anguiano, Leopoldo Méndez, entre otros, las combatieron a favor del socialismo.
Por su parte, Moisés Rosas, director del Museo del Estanquillo, apuntó que esta muestra permite conocer el cruce de la historia nacional con la mundial, en el que se dio un intenso debate político e ideológico entre la sociedad y especialmente entre los artistas e intelectuales mexicanos. La exposición Dos Miradas al Fascismo: Diego Rivera y Carlos Monsiváis que organizan el Museo del Estanquillo y la Galería Arvil puede ser visitada en Isabel la Católica 26, esquina Madero, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, de miércoles a lunes de 10:00 a 18:00 horas hasta el mes de enero de 2012.
Olga Zavala A.
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