El presidente peruano Alan García cerró hoy su mandato de cinco años asistiendo al tradicional oficio religioso celebrado por el Aniversario Nacional de Perú, en medio de elementos de controversias.
García recibió por última vez honores militares y se despidió del personal del palacio de gobierno, antes de abandonarlo al término de su segundo mandato.
El veterano político socialdemócrata se despidió en medio de críticas por su inusitada negativa a asistir al Congreso de la República a la transmisión del mando a su sucesor, Ollanta Humala.
Humala lamentó en días pasados esa actitud, le restó trascendencia y consideró que se debería a que el resultado de las elecciones no fue el que esperaba García, quien siempre apostó por cualquier ganador, menos el nacionalista.
García argumentó que temía ser objeto de expresiones de reprobación como las que recibió al final de su primer mandato, en 1990, pidió garantías de que aquello no se repita y, aunque se las dieron, no modificó su decisión.
En lugar de ello, anoche dio un mensaje breve por televisión en el que hizo un recuento optimista de su mandato, el que reiteradamente proclamó como exitoso, sobre todo en materia de crecimiento económico y otras estadísticas.
La comparecencia culminó semanas enteras de intensa propaganda y exposición mediática presidencial, a modo de despedida auspiciosa, con miras, según diversos analistas, a buscar una tercera elección en 2016.
La visión triunfalista de García contrasta con la de sus críticos, como el analista político Nelson Manrique, quien censuró los graves niveles de corrupción y la política represiva, con más de 100 muertos durante protestas sociales, que caracterizaron a la administración saliente.
También condenó el apego al neoliberalismo y las posiciones extremadamente conservadoras de García respecto a los pueblos indígenas, expresadas en el ensayo 'El perro del hortelano'.
García usó ese término para descalificar a los nativos por defender sus tierras de la depredación de las actividades petroleras, mineras y forestales a cargo de empresas principalmente extranjeras apoyadas por el gobierno.
'Tiene mérito en términos de haber conseguido que las cifras macros estén bien, pero tiene como deméritos que en el gobierno se haya incrementado la desigualdad social', dijo Manrique.
En el plano de la corrupción, García no pudo ser juzgado por ese delito tras su primer mandato, debido a que gestionó y obtuvo la prescripción de los cargos en su contra.
En las últimas semanas ha aludido a la posibilidad de acusaciones por la corrupción de su segunda administración, declarándose por adelantado víctima de una posible persecución a la que ha dicho estar dispuesto a hacer frente.
El secretario general de la Confederación General de Trabajadores, Mario Huamán, dijo que los trabajadores esperan que el nuevo gobierno luche frontalmente contra la corrupción y la impunidad, para lo cual debe formar una comisión que investigue al gobierno de García.
El parlamentario socialista Javier Diez Canseco anunció que impulsará una gran investigación, a tono con la promesa electoral del presidente Humala, de lucha a fondo contra la corrupción.
La iniciativa fue respaldada por su colega Rosa Mavila y por la ministra socialista de la Mujer, Aída García Naranjo, quienes negaron que la pesquisa puede ser considerada persecución política.
Lima
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