miércoles, 9 de noviembre de 2011

Rendimientos deuda italiana alcanzan nivel clave

Rendimientos deuda italiana alcanzan nivel clave:


El costo de endeudamiento de Italia alcanzó el miércoles un nivel que podría marcar un punto de inflexión en la crisis europea, luego de que el anuncio de renuncia del primer ministro Silvio Berlusconi no despejara las dudas sobre el compromiso del país con las reformas.
El rendimiento de los bonos italianos a 10 años superó el 7 por ciento, un nivel que es considerado insostenible, en un reflejo del temor de los inversores a no recuperar su dinero. Este temor se hacía palpable también en un alza del costo de los seguros contra una moratoria.
Portugal e Irlanda debieron ser rescatadas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional cuando sus costos de endeudamiento alcanzaron niveles similares y la casa de compensación LCH.Clearnet encendió otra luz de alarma al aumentar el margen que exige sobre la deuda italiana, lo cual eleva el costo de tener bonos del país.
El Banco Central Europeo, la única institución de la región con poder de fuego suficiente para frenar los ataques de los mercados, no tardó en comprar bonos italianos para contener el alza de los rendimientos, según operadores.
"El BCE está comprando cantidades decentes", dijo un inversor de un fondo de cobertura con sede en Londres. "Esto hace preguntarte cuánto poder de fuego tiene. Da miedo. El mercado fue un poco ingenuo cuando Berlusconi anunció su renuncia. Ahora, se da cuenta que hay una montaña por subir", agregó.
Italia ha reemplazado a Grecia como centro de la crisis de deuda de la zona euro y transita sobre una línea delgada que podría llevar al país a pedir un rescate que Europa no estaría en condiciones de ofrecer.
Tras perder su mayoría en una votación parlamentaria clave, Berlusconi confirmó que renunciará una vez se aprueben las reformas económicas demandadas por la Unión Europea y dijo que Italia debe celebrar nuevas elecciones.
El acosado primer ministro se opuso a formar un gobierno de unidad nacional y dijo que las elecciones no se celebrarían hasta febrero, creando un vacío de poder que podría generar nuevas turbulencias en los mercados.
Incluso tras la salida de un hombre que pasó a simbolizar los escándalos y las promesas vacías, no será fácil para Italia convencer a los mercados de que puede reducir su enorme deuda y mejorar su productividad.
"No hay garantías de que un sucesor sea capaz de hacerlo mejor. Simplemente hay que mirar el rendimiento de los bonos italianos por ahora", dijo Christian Jimenez, presidente de la firma Diamant Bleu Gestion.

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