El estrés y la obesidad se han convertido en un verdadero problema de salud pública porque son enfermedades que entre sus daños cuentan la alteración de todo el organismo por lo que incluso pueden ser detonantes de enfermedades que se encontraban bajo el control del sistema inmune, como es el caso de la psoriasis que es una enfermedad crónica que se caracteriza por la aparición de ronchas en la piel que en situaciones extremas pueden provocar severas lesiones cutáneas e incluso puede derivar en afecciones a los huesos, como lo es la artritis psoriásica.
Entre los síntomas de esta enfermedad se encuentran:
• Manchas rojas planas o sobreelevadas (placas)
• Las placas aumentan de tamaño y producen descamación
• Las escamas superiores se desprenden en grandes cantidades, mientras que las escamas de las capas inferiores están firmemente adheridas.
• Cuando se raspan las escamas se puede observar debajo un gran número de pequeños puntos sangrantes.
• La psoriasis en las uñas normalmente se manifiesta con pequeñas depresiones y engrosamiento de las uñas. El brote puede ser tan grave que la uña se desprenda. Es frecuente observar también una pigmentación amarilla, que recibe el nombre de “mancha de aceite”.
• La psoriasis invertida se localiza en los pliegues de la piel (flexuras). Aparecen placas rojas acompañadas de picor en axilas, bajo los pechos y abdomen (en personas obesas), en ingles o nalgas. Las placas se infectan a menudo por un hongo llamado candida. • La psoriasis guttata es una variante especial que afecta principalmente a niños y adolescentes. Se manifiesta de forma aguda, como consecuencia de la infección estreptocócica de garganta. Aparecen placas eritematosas acompañadas de descamación, dispersas por todo el cuerpo (como si fueran gotas). En muchos casos, esta afección desaparece por sí sola tras varias semanas o varios meses.
• La psoriasis en el cuero cabelludo puede ser difícil de distinguir de brotes agudos de otras enfermedades (como la costra láctea). Un brote de psoriasis en esta parte del cuerpo produce a menudo otras lesiones en la cara. Al respecto, la doctora Adriana López Tello Santillán, Jefe de Servicio de Dermatología, del Centro Médico del Estado de México, explicó que el estrés no es el causante de la psoriasis, pero si puede ser un desencadenante de la enfermedad, así como otros factores externos y propios del individuo como la obesidad“, comentó la
Agregó que la psoriasis es una enfermedad de tipo crónica en la que participa el sistema inmunológico, y por lo mismo el ambiente externo lo puede modificar: “Tuve el caso de un paciente que estaba muy bien en la mañana, después sale de viaje a Monterrey y se va a un parque en donde se lleva un gran susto con un perro doberman. Por la tarde ya tenía presencia de ronchas o placas. Esto nos hace ver que el estrés no es causante propio de la enfermedad, pero sí un descontrolador del sistema inmunológico, que provoca que se pierda ese equilibrio en la secreción de sustancias internas y se exacerbe el padecimiento”.
Dijo que el sistema inmunológico está supeditado a funcionar de acuerdo con el medio ambiente y que de alguna manera el organismo va a reaccionar a éste. “Habrá momentos en que la psoriasis se encuentre en remisión, esto es, haya un equilibrio en el que de manera aparente ya no se tenga la enfermedad. Sin embargo ahí está, pero el sistema inmunológico la tiene bajo control”.
De igual forma comentó que hay otros factores que influyen en el control o descontrol de la psoriasis y que actualmente se están estudiando más a profundidad, como lo es subir de peso: “Hemos visto que los pacientes que no tienen un estado de salud adecuado o suben de peso presentan una psoriasis más severa. Creemos que este tipo de pacientes tiene alterado su sistema inmunológico debido a la relación de éste con la regulación de las grasas. Todavía no lo determinamos muy bien, pero seguimos profundizando en este tema“.
Yamel Viloria Tavera
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