jueves, 8 de septiembre de 2011

Agricultores presionan a republicanos para contratar a indocumentados

Agricultores presionan a republicanos para contratar a indocumentados:


Preocupados por la escasez de campesinos a causa de la proliferación de leyes (municipales, estatales y federales) que combaten la inmigración indocumentada, agricultores estadounidenses aumentaron la presión sobre el Congreso para que considere, debata y apruebe una ley que permita la contrata de trabajadores invitados, reportó el diario The Wall Street Journal.
Los republicanos han hecho un asunto prioritario el combate a la inmigración sin papeles, pero la estrategia se está resquebrajando, dijo el periódico. Dos congresistas de la oposición están proponiendo programas que, de ser aprobados por ambas cámaras del legislativo, permitirían a trabajadores extranjeros laborar legalmente en campos de Estados Unidos por tiempos determinados.
El reporte señala que de acuerdo con datos de investigadores laborales, más de 1.4 millones de trabajadores del campo son empleados cada año. El Departamento (Ministerio) de Trabajo calcula que más del 50 por ciento no tienen papeles de estadía legal, pero los agricultores subrayan que el porcentaje es superior a 75%.
Proyectos en curso
The Wall Street Journal aseguró que algunos proyectos de ley están en curso. Uno de ellos, es patrocinado por el representante Lamar Smith (Texas) y permitiría a unos 500 mil trabajadores agrícolas extranjeros laborar Estados Unidos.
El proyecto de Smith revisaría un programa existente de trabajadores invitados (plan que otorga las visas tipo H2A) y permitiría hasta medio millón de trabajadores agrícolas extranjeros al año trabajar en el país de forma temporal.
El legislador Dan Lungren (republicano de California) tiene planes de presentar un proyecto para crear una nueva categoría de visas para trabajadores agrícolas. El proyecto, dijo el diario, los autorizaría a laborar por espacio de 10 meses y luego tendrían que salir del país para volver a solicitar un permiso.
Trabajos que nadie quiere
La presión que ejercen los agricultores estadounidenses “representa un reconocimiento” a una fuerza laboral nacida en el extranjero, sea legal o no, escribió el diario. Y agregó que la mayoría de los trabajadores estadounidenses han evitado los empleos en el campo porque muchos son de naturaleza estacional o migratoria. Y físicamente son tareas tremendamente agotadoras.
En 2002 el Congreso debatió si éxito un plan bipartidista denominado AgJobs (Proyecto de Ley de Empleos, Oportunidades, Beneficios y Seguridad para los Trabajadores Agrícolas -S. 1645 / H.R. 3142) que tiene como objetivo regularizar el estatus migratorio de al menos 500 mil campesinos indocumentados en Estados Unidos.
La iniciativa recomendaba otorgar residencia temporal a quienes calificaran. Una vez cumplidas un mínimo de 2,600 horas o 360 días laborables en un empleo agrícola durante el período de seis años, podrían tramitar la residencia permanente.
Efecto dominó
Pero si el Congreso debate una ley para beneficiar al sector agrícola, otros sectores y empresas aumentarían también la presión para permitirles la contratación de trabajadores extranjeros, situación que lleva al debate de la reforma migratoria, dijo el diario.
Sectores como la comida rápida, los hoteles y la construcción también emplean a trabajadores no calificados y han estado sujetos a acciones de leyes federales que han resultado en la pérdida de trabajadores que están en el país sin documentos, añade.
The Wall Street Journal aseveró que los proyectos de ley de los legisladores Smith (quien preside el Comité Judicial de la Cámara de Representantes) y Lungren constituyen un esfuerzo por llevar tranquilidad a los agricultores.
Miedo a la verificación
Simultáneamente, los agricultores estadounidenses están batallando para evitar que el gobierno siga adelante el programa federal de verificación de empleo conocido como E-Verify. Temen que su implementación obligatoria a nivel nacional provoque una severa escasez de mano de obra en un sector que depende de los trabajadores indocumentados.
Algunos republicanos, tal el caso del representante Doc Hastings (Washington), reconocen que los trabajadores del campo deberían ser tratados de manera diferente y comprenden la gravedad de la escasez de trabajadores para cosechar y levantar cosechas.
Durante la administración del Presidente barack Obama (a partir de enero de 2009) el sector agrícola ha sido golpeado por auditorías federales de inmigración, conocidas como “redadas silenciosas” que han forzado a cultivadores a despedir a cientos de trabajadores que no han demostrado tener permiso legal de permanencia en Estados Unidos y una autorización de empleo.
El plan de Smith
El proyecto que ventila el representante Smith requiere que todos los empleadores se inscriban y utilicen el E-Verify, detalló The Wall Street Journal, algo que para los agricultores “devastaría” su actividad.
Los agricultores tradicionalmente han apoyado a los republicanos, pero esta vez las cosas pintan de un color diferente. Y el E-verify ha sido el detonante del distanciamiento entre ambos.
Frustrados, los agricultores lanzaron la campaña SAFE para, dicen, salvar la economía estadounidense y crear conciencia sobre los riesgos del E-Verify.
Los agricultores advirtieron en un sitio web que si el Congreso aprueba el uso obligatorio del E-Verify, "encontraremos a nuestro sector agrícola en derrumbe y nuestro país tendrá que recurrir para su suministro de alimentos a países como China y México".
Mientras el debate continúa, la escasez de mano de obra campesina se agudiza en varios estados.
Leyes migratorias estatales
Estados como Arizona, Alabama, Texas, Georgia y Carolina del Sur tienen problemas para conseguir campesinos a causa de la aprobación, en los últimos años, de leyes que castigan severamente la inmigración indocumentada.
En Georgia y Alabama (estado que tiene la ley migratoria más severa en su estilo y que se inspiró en la polémica SB 1070 de Arizona), miles de trabajadores sin papeles abandonaron sus casas y se marcharon a otras zonas donde tengan menos probabilidades de ser arrestados y deportados a sus países de origen.
Los autores de este tipo de legislaciones (republicanos) culpan al gobierno federal y al Congreso de “inacción” en el tema migratorio y que por ese motivo se vieron obligados a tomar cartas en el asunto para poner atajo a la inmigración sin papeles.
El gobierno federal responde que, por ley, el tema migratorio de de su competencia y argumenta que las leyes locales de inmigración ponen en riesgo los derechos civiles de los estadounidenses.
Cosecha de tomates, arándanos y otros cultivos están comprometidos en Alabama y Georgia a causa de una grave escasez de campesinos.
Reforma migratoria estancada
Mientras los republicanos barajan plantes alternativos, los demócratas y la Casa Blanca insisten en la necesitad de que el Congreso debata y apruebe una reforma integral que de una solución efectiva al problema de los 11 millones de indocumentados que viven en el país.
Desde finales de 2005 el legislativo a debatido sin éxito proyectos que van desde la regularización de millones de indocumentados hasta la criminalización de la estadía ilegal (por ahora una falta de carácter civil no penal excepto en Arizona) hasta una vía hacia la presidencia para extranjeros sin papeles que carezcan de antecedentes criminales.
Para ser aprobada la reforma necesita 218 votos en la Cámara de Representantes y 60 en el Senado. La falta de un acuerdo bipartidista previo ha impedido que un proyecto se convierta en ley.
El sector ultraconservador republicano, que controla la Cámara de Representantes, ha reiterado que no apoya ninguna iniciativa que “huela” a amnistía.
En los comicios de medio tiempo de noviembre de 2010 los demócratas perdieron una importante cuota de poder en el Congreso, situación que dejó a la reforma migratoria son escasas probabilidades de ser aprobada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario