La OTAN Intensificó hoy los bombardeos sobre Bani Walid y Sirte para intentar doblegar a seguidores del líder libio Muamar Gadafi, mientras el Consejo Nacional de Transición (CNT) se afianza en el poder.
En las últimas 24 horas, aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aumentaron los ataques contra Bani Walid, 150 kilómetros al sureste de Trípoli, en un intento por acelerar la caída de ese estratégico bastión progubernamental.
El rebelde CNT, que ya ha anunciado que establecerá un gobierno de transición en una semana o a más tardar 10 días, señaló que sus tropas dominaban la salida norte, pero no habían podido tomar la plaza donde reside la tribu Warfalla, aliados de Gadafi.
En rueda de prensa, el presidente del CNT, Mahmoud Jibril, quien se encuentra en Trípoli, señaló ayer que todas las unidades militares que han estado combatiendo a las fuerzas leales al líder caído Muamar Gadafi estarán bajo la protección del próximo gobierno.
El gobierno interino, que ha estado sometido a consultas, incluirá a representantes de diferentes regiones de Libia, incluyendo áreas que aún están bajo el control de los simpatizantes de Gadafi, acotó Jibril.
Por otra parte, el ministro de Justicia de Níger, Marou Adamou, confirmó la entrada a ese país de Saadi El-Gadafi, uno de los hijos del dirigente libio cuyo paradero se desconoce desde el 21 de agosto.
Adamou explicó a periodistas que el joven de 38 años de edad y ex futbolista fue interceptado a bordo de una caravana de carros cuando cruzó la frontera suroeste junto con otras 10 personas, pero Níger decidió aceptarlo por razones humanitarias.
Roma
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