lunes, 12 de septiembre de 2011

Marchas, censura y bicicletas

Marchas, censura y bicicletas:


Estimado lector agradezco los comentarios de solidaridad, expresados a través de nuestro correo electrónico y redes sociales, por el caso de censura que sufrió nuestro equipo informativo, el sábado pasado en el programa Voces de Medio Día, que se transmite por ABC radio, donde por orden de la dirección, no se nos permitió entrevistar a Martí Batres Guadarrama, ex secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal.


Nuestro espacio, que siempre se ha distinguido por la pluralidad de sus contenidos, donde versan todas las corrientes e ideologías para brindar información útil y contrastante a nuestros radioescuchas, se vio interrumpida por órdenes directivas. Ya lo decía un teórico de la comunicación –Habermas-, “No puede entenderse a la democracia sin la libertad de expresión y la crítica social. La opinión pública no es sólo un problema científico social, es un problema práctico moral ético que en ningún momento es tomado en cuenta por quien dirige los medios masivos de comunicación y ven en ellos una práctica utilitaria atropellando al que se ponga enfrente”. Y ante esta realidad, cabe asegurar, que como lo hacemos desde los últimos diez años de ejercicio periodístico, desde donde estemos y con los recursos que se tengan, seguiremos haciendo el mejor esfuerzo para llevar hasta ustedes lo que la pasión de este ejercicio nos genera.


En otro intento de acallar a quienes informan, la marcha convocada por los periodistas y trabajadores de la Revista Contralínea, que se realizó el día de ayer, resultó un nuevo y severo llamado de atención para la sociedad mexicana, donde autoridades que se abanderan de tener ciudades cosmopolitas, dan un verdadero contrasentido a la carísima e incipiente democracia, cuyos reflejos únicos son los asesinatos y la mordaza que nos centra en nuestra realidad vivida, tan negada por los responsables de garantizar el cambio.


Al frente del contingente, que unió la voz en demanda de justicia y seguridad para quienes conforman a los medios de comunicación, se alzaba una corona de flores y un ataúd simbolizando no solamente el asesinato de 74 periodistas durante las dos últimas administraciones panistas, sino la muerte de las libertades emanadas de los artículos 6 y 7 de la carta magna, que han resultado para nosotros los periodistas, más que un derecho constitucional, tan solo un espejismo.


En el coartar de nuestro derecho a informar y ser informados, resuenan los altavoces al pie del Ángel de la Independencia, con un discurso de 50 puntos presentados por Martí Batres Guadarrama, quien ha sido despedido por el intolerante Ebrard. La situación extrema según, la crítica vertida por el primero al saludo de mano con el Presidente de la República Felipe Calderón, representa una lucha arcaica desde el 2006 entre “espurios e ilegítimos”, traducido en polaridad social y verdadera pérdida de tiempo.


Sobre el paseo de la Reforma se funden marchistas por la violencia en contra de los periodistas, simpatizantes que ven en Batres al candidato para el Gobierno del Distrito Federal, mientras los ciclistas que miran en los anteriores simples obstáculos que franquear. Dice Batres desde su atril en la escalinata del Ángel que, se ha democratizado el Paseo de la Reforma y destaca los logros del gobierno que lo ha despedido, simplemente porque hacer comentario en contra de su ex jefe, es escupir al cielo, con las consecuencias conocidas.
La censura no se crea ni se destruye, simplemente se transforma. En el foxiato se persiguió hasta el hartazgo a Gutiérrez Vivó y Grupo Monitor. Hace unos cuantos meses Carmen Aristegui de MVS Radio, fue sancionada por hacer comentarios que no gustaron al presidente Felipe Calderón, y todos los días a lo largo de nuestra geografía, prevalece la censura y la verdad no puede ser moneda de cambio.
Escríbeme a suartu@gmail.com y sígueme en twitter en @arturosuarez.



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