La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) condena el asesinato de la periodista Elizabeth Macías Castro, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, quien se desempeñaba como jefa de Redacción del periódico “Primera Hora”, en esa ciudad fronteriza.
Señala la oficina de prensa de la CDHDF, que de acuerdo a la información proporcionada por las autoridades del Estado, la periodista fue encontrada sin vida, su cuerpo fue decapitado y dejado con un mensaje atribuido a un grupo delictivo.
Aunque las autoridades estatales no han bridado más información respecto de este crimen, diversas fuentes periodísticas señalan que el mensaje dejado por sus ejecutores hacía referencia al trabajo que ella desempeñaba como periodista de un sitio de Internet donde se manejaba información sobre actividades realizadas por grupos delictivos.
Las mismas fuentes informaron que al lado de la periodista fue encontrado el cadáver de otra persona de sexo masculino.
La CDHDF pide la pronta respuesta de las autoridades estatales y urge a que se esclarezcan los motivos de este asesinato, se sancione a los responsables y se fortalezcan los programas de protección a periodistas y a todas las personas que ejercen la libertad de expresión.
Lo anterior, particularmente porque aún no se han resuelto los homicidios de dos personas, ocurridos en días recientes en el mismo estado de Tamaulipas, presumiblemente por el uso que hacían de las redes sociales para denunciar actividades delictivas.
A través de su Relatoría para la Libertad de Expresión, la CDHDF hace notar que en este contexto cobra fuerza la preocupación por la condición de alto riesgo para el ejercicio de la libertad de expresión, y en particular del periodismo, en México.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) condena el asesinato de la periodista Elizabeth Macías Castro, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, quien se desempeñaba como jefa de Redacción del periódico “Primera Hora”, en esa ciudad fronteriza.
Señala la oficina de prensa de la CDHDF, que de acuerdo a la información proporcionada por las autoridades del Estado, la periodista fue encontrada sin vida, su cuerpo fue decapitado y dejado con un mensaje atribuido a un grupo delictivo.
Aunque las autoridades estatales no han bridado más información respecto de este crimen, diversas fuentes periodísticas señalan que el mensaje dejado por sus ejecutores hacía referencia al trabajo que ella desempeñaba como periodista de un sitio de Internet donde se manejaba información sobre actividades realizadas por grupos delictivos.
Las mismas fuentes informaron que al lado de la periodista fue encontrado el cadáver de otra persona de sexo masculino.
La CDHDF pide la pronta respuesta de las autoridades estatales y urge a que se esclarezcan los motivos de este asesinato, se sancione a los responsables y se fortalezcan los programas de protección a periodistas y a todas las personas que ejercen la libertad de expresión.
Lo anterior, particularmente porque aún no se han resuelto los homicidios de dos personas, ocurridos en días recientes en el mismo estado de Tamaulipas, presumiblemente por el uso que hacían de las redes sociales para denunciar actividades delictivas.
A través de su Relatoría para la Libertad de Expresión, la CDHDF hace notar que en este contexto cobra fuerza la preocupación por la condición de alto riesgo para el ejercicio de la libertad de expresión, y en particular del periodismo, en México.
Edmundo Olivares Alcalá
No hay comentarios:
Publicar un comentario