Entre el mito y la realidad se han quedado las afirmaciones de que los medicamentos para tratar la disfunción eréctil son causa de infartos. En este sentido hay dos noticias. La buena indica que la famosa pastilla azul no es causa de enfermedades cardiovasculares; la mala, es que si se está ya enfermo del corazón sí representa ciertos riesgos.
De acuerdo con la investigación realizada con sildenafil de Pfizer y publicado recientemente por The International Journal of Clinical Practice, se comprobó la seguridad del medicamento en pacientes con riesgo de enfermedad cardiovascular y que el tratamiento en hombres con disfunción eréctil no incrementa la tasa de infartos al miocardio u otros eventos cardiovasculares graves.
Hay una alta prevalencia de esta alteración en hombres con riesgo de enfermedad cardiovascular, ya sea hipertensión o hiperlipidemias, una de las causas más comunes y morbilidad más frecuente en hombres con este padecimiento. Tan sólo en México, la prevalencia de disfunción eréctil en hombres con enfermedades del corazón es del 57 por ciento y del 50 por ciento en aquellos que padecen hipertensión arterial.
Al respecto, la uróloga Lizbeth Díaz explicó: “La relación entre la DE y la enfermedad cardiovascular se debe al daño en el endotelio, un tejido que forma parte de las arterias. Debido a que las arterias del pene son las más delgadas del cuerpo, son las primeras en mostrar afectaciones, por lo que es necesario que los hombres que presenten un menor grado de firmeza en la erección asistan al médico para una evaluación e iniciar un tratamiento oportuno contra riesgo cardiovascular”.
Por otra parte, el doctor John Dean, presidente de la Sociedad Internacional de Medicina Sexual, destaca que cuando las arterias del pene presentan una obstrucción del 50 por ciento ocasionada por la presencia de colesterol, es posible que las arterias coronarias tengan ya una obstrucción del 10 por ciento, por lo que la disfunción eréctil es un indicador importante para iniciar un tratamiento para prevenir un mayor riesgo cardiovascular. De no atenderse la enfermedad subyacente, es muy probable que se presente un ataque cardiaco en los próximos cinco años.
En tanto, el estudio Ocho años de experiencia con Sildenafil. Una revisión sobre eficacia y seguridad, asegura que la investigación del sildenafil llevada a cabo en el área cardiovascular, concluye que además de seguro puede tener un efecto cardioprotector durante la actividad sexual, pues el mecanismo de acción de este medicamento es relajar los músculos lisos del pene y permitir un aumento del flujo sanguíneo para lograr una erección Grado 4.
Por otra parte, investigaciones difundidas por la Universidad Complutense de Madrid, apunta que la administración de sildenafilo está contraindicada si el paciente, como consecuencia de su cardiopatía isquémica, está tomando nitritos, ya que la acción de los fármacos se sumaría y se produciría un aumento del efecto hipotensor.
A esto se agrega el hecho de que si la propia cardiopatía isquémica es tan severa que contraindica el mantenimiento de las relaciones sexuales, pues entonces no se debe de ejercer una exigencia extra con el uso de la píldora azul.
En caso de que la cardiopatía isquémica no contraindique las relaciones sexuales, que el paciente no esté tomando nitritos, y que no sufra una insuficiencia hepática grave, no parece que la administración de sildenafilo aumente el riesgo cardiovascular de estos pacientes, y por tanto, éstos podrían beneficiarse de las acciones del sildenafilo en el tratamiento de su disfunción eréctil.
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