El viceministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, negó denuncias de crímenes cometidos por el gobierno sirio, y denunció una "amenaza de guerra auténtica" en su territorio alentada por Estados Unidos y Alemania, principalmente.
Al presentar su informe ante el Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Mekdad rechazó denuncias de la comunidad internacional, de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) y organizaciones defensoras de derechos humanos como Amnistía Internacional sobre crímenes contra civiles y manifestantes pacíficos.
"No estamos avergonzados de nada", afirmó Mekdad quien desmintió que las manifestaciones contra el gobierno hayan sido pacíficas y que las fuerzas de seguridad hayan disparado contra la población civil.
"Cómo vamos a escuchar a países como Estados Unidos al que no le interesa en lo más mínimo los derechos humanos, después de haber matado a 50 mil libios y a un millón de iraquíes", condenó.
"No les importan los derechos humanos, afirmó, lo único que persiguen es el petróleo".
El viceministro se refirió a una amenaza de guerra auténtica en Siria estimulada por las mentiras de medios de comunicación "que nos han saboteado".
"La idea es utilizar formas maquiavélicas para desestabilizar a Siria", advirtió.
Por su parte, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, entre otros, demandaron al gobierno de Siria que permita la entrada sin ninguna condición ni obstáculo a la comisión investigadora designada por el Consejo y libere a presos de conciencia.
La embajadora de Estados Unidos, Betty King, exhortó al presidente sirio Bashar al Assad a dejar el poder.
"Un gobierno que falla al respetar la voluntad del pueblo, que niega los derechos fundamentales de sus ciudadanos y opta por el rigor del terror y la intimidación no puede considerarse legítimo y debe hacerse a un lado inmediatamente", afirmó King.
A su vez el embajador de Francia, Jean-Baptiste Mattéi,condenó la muerte de más de tres mil civiles, entre ellos mujeres y niños, y lamentó la muerte de más de 100 presos a consecuencia de tortura ejercida contra ellos, lo cual podría constituir crimen contra la humanidad.
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas designó una nueva comisión investigadora compuesta por expertos independientes para investigar denuncias sobre crímenes contra la humanidad cometidos a raíz de la ola de protestas contra el gobierno de Al Assad.
Ginebra
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