El ex ministro de Asuntos Exteriores Shlomo Ben Ami descartó que los discursos de los mandatarios de Israel y la Autoridad Palestina en Naciones Unidas ayuden al proceso de paz entre ambas partes, ya que mantienen la incomprensión hacia el otro.
En un artículo de opinión publicado este jueves en el diario español El País, el que fuera canciller en el gobierno del laborista Ehud Barak cuestionó a las dos partes, pero además llamó a quienes se llaman intermediarios a tomar una actitud diferente que no sea sólo de "facilitación".
Criticó tanto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, como al presidente palestino Mahmmud Abbas, cuyos discursos en la reciente asamblea de la ONU muestran "que cualquier iniciativa para que las partes vuelvan a la mesa de negociaciones puede ser inútil".
Refirió que en ese escenario ambos mostraron indiferencia a los problemas del otro, se dedicaron a contentar a sus ciudadanos y dejaron claro que la distancia entre ambos "sigue siendo imposible de reducir".
En el caso de Netanyahu, expuso que no reconoció el daño que hace el avance de los asentamientos y todo lo que se pide a los palestinos reconocer a la parte israelí; mientras que de Abbas criticó que ni siquiera le reconoce a Israel la historia religiosa que le vincula a Jerusalén.
Con todo ello, enfatizó que el palestino presenta a un Israel que nunca ofrecerá nada a los árabes, y a su vez el mandatario israelí reúne argumentos de que Palestina quiere un Estado que incluya a Israel y con mayoría de población árabe.
Ben Ami explicó que aunque no conseguirá el objetivo final de reconocimiento como Estado parte de la ONU, el hecho de que sea sólo país observador le permite a Abbas "presumir de victoria".
"Ha conseguido alterar el equilibrio de poder con Israel y Estados Unidos, al movilizar los amplios apoyos que suscita la causa palestina en la comunidad internacional y la movilización hiperactiva de los últimos días", precisó.
No obstante, reiteró que esas acciones no servirán si las dos partes no cambian de actitud, ya que "para construir la paz es preciso tener el valor de abordar las preocupaciones auténticamente importantes del otro bando".
Llamó a los países que quieran mediar en ello a dejar de ser facilitadores y a que se consideren "accionistas y estar dispuestos a presionar y a retorcer brazos", porque "si se deja solos a los israelíes y los palestinos, nunca firmarán un acuerdo integral de paz".
Madrid
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