Entre las diversas enfermedades que afectan a los adultos mayores hay algunas que causan particular temor, como son la diabetes y el cáncer; sin embargo, investigaciones médicas apuntan que las caídas son el principal riesgo para que las personas pierdan capacidades motrices y esto las hace dependientes, situación que acelera su deterioro físico y mental.
Una caída que no sea de gravedad constituye por sí sola la disminución de la participación de los adultos mayores en actividades físicas y sociales; el problema es que se corre el riesgo de caer nuevamente o de desarrollar temor de repetir la experiencia, limitando así su movimiento de manera intencional, con lo cual pone en riesgo su independencia.
Las caídas se colocan así como una gran amenaza contra la salud, destacándose que estos accidentes causan dependencia en más del 25 por ciento de las personas mayores de 60 años.
Lo anterior de acuerdo con los investigadores Betty Manrique Espinoza, Aarón Salinas Rodríguez, Karla Moreno Tamayo y Martha María Téllez Rojo, del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas (CIEE) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), explican en su estudio que perder la posibilidad de realizar actividades de la vida diaria, como es caminar, bañarse, acostarse, ir al baño, etcétera, crea lo que se llama médicamente “dependencia funcional”.
Aclaran que si bien la dependencia funcional puede ser causada por otras enfermedades, como son las mentales, ceguera o cáncer, el hecho es que las caídas se mantienen con el porcentaje más alto de dependencia, no sólo en personas mayores de 60 años, sino también en aquellas de 80 a 89 años de las cuales 38.3 por ciento se encuentran dependientes a causa de una lesión, y de las de 90 años y más hasta en 52 por ciento.
Ante la imposibilidad de movimiento, las personas mayores desarrollan diversos sentimientos, como es baja autoestima al considerar que no son útiles por no ser autosuficientes. Estos sentimientos pueden llevar a niveles preocupantes de depresión, que se acentúan en aquellos casos en los que existe maltrato, abandono y/o marginación familiar.
Las caídas sufridas por personas mayores también alteran la vida familiar, pues obligan a cambios relevantes en las rutinas y actividades diarias de cada uno de sus integrantes, por lo que llega a ser necesario contratar un cuidador, el cual representa una carga económica extra a la que de por sí representa la atención médica del paciente.
Es por lo anterior que dentro de los cuidados de la salud, además de adoptar hábitos saludables, es necesario que se tenga particular cuidado para evitar accidentes que puedan dañar a las personas de la tercera edad, las cuales pueden ir desde colocar barandales dentro de la casa; colocar rampas no muy inclinadas para evitar que suban o bajen escaleras; eliminar alfombras o pisos donde puedan tropezar fácilmente; evitar la presencia de animales con los que puedan tropezar, etcétera.
Yamel Viloria Tavera
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