Las madres mexicanas son muy dadas a usar todo tipo de remedios para atender la diarrea de sus hijos, sin embargo esto puede traer consecuencias peores, pues al no utilizarse el medicamento adecuado, generalmente se provoca que la infección aumente, lo cual pone en grave riesgo a los bebés.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la diarrea es una de las principales causas de muerte en países en vías de desarrollo, relacionada principalmente por la deshidratación y sobre todo un enorme descuido y la mala atención. En México, con base en estimaciones, en la última década el 16.6% del total de consultas proporcionadas por el sector salud fueron a causa de infecciones gastrointestinales.
La licenciada en nutrición Emmanuela Cortés refirió que entre las causas de la diarrea en los infantes se encuentra la intolerancia a la lactosa o alergia a alguno de los componentes de la leche, el uso o abuso de antibióticos y antiparasitarios, mala higiene en biberones, deficiencia del organismo del bebé para la absorción de la fructuosa.
Explicó que la diarrea aguda está definida como el incremento abrupto del volumen y de la frecuencia de las evacuaciones en el lactante. Esta pérdida de líquidos provoca una considerable deshidratación y además puede presentarse junto con cólicos, fiebre, náuseas, vómito, debilidad y pérdida de apetito. “Aunque no se presenten todos estos malestares en el lactante se deberá estar atento a la llamada de auxilio del bebé”, subrayó la especialista al recomendar consultar a su médico pediatra antes de utilizar cualquier producto antidiarreico en el lactante.
Por su parte, la experta en nutrición infantil Luz de Lourdes Aspe hizo hincapié en que ante un episodio diarreico la atención médica oportuna será vital para la recuperación del menor: “No debemos desestimar un cuadro diarreico, pues en México la cuarta causa de mortalidad en menores de cinco años está originada por la gastroenteritis aguda, una inflamación del intestino provocada por bacterias, virus u otros parásitos”.
En ocasiones, continuar con la alimentación de leche materna puede prolongar la diarrea. Sin embargo, en otros casos permite regresar más rápido a la alimentación regular.
Evitar darle frutas y verduras crudas.
Alimentarlo con frutas cocidas, tales como manzana y pera, excepto plátano.
Darle verduras cocidas (zanahoria, papa), así como algunos cereales, tales como el arroz.
Hidratarlo con suero vida oral (tal como lo recomienda la Secretaría de Salud).
Darle de beber líquidos (de preferencia agua hervida).
Los bebés que ya consumen alimentos sólidos pueden continuar ingiriéndolos, siempre y cuando no los vomiten. Se debe considerar su etapa de desarrollo, así como alimentarlos con papillas de pechuga de pollo o de pavo.
De acuerdo con la experta en nutrición, el manejo de un cuadro diarreico en el lactante ha sido simplificado debido a que la industria de productos nutricionales ha desarrollado fórmulas lácteas fácilmente identificables por las siglas AD (anti-diarreicas). Estas fórmulas han sido diseñadas y enriquecidas con elementos antidiarreicos para proporcionar una nutrición adecuada y balanceada, así como hidratar al lactante”.
“Uno de los principales beneficios ofrecidos por la fórmula AD es el proporcionar una cantidad adecuada de nutrimentos como hidratos de carbono, lípidos y proteínas que evitan la desnutrición y la mala absorción intestinal. Adicionalmente está adicionada con fibra para favorecer un rápido retorno a las heces de consistencia normal”, menciona Luz de Lourdes Aspe.
Yamel Viloria Tavera
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