El poder de la mente es sumamente fuerte, al grado de producir sensaciones que el cuerpo simplemente no puede percibir, este es el caso del Síndrome del Miembro Fantasma que es la percepción de sensaciones en una extremidad que ha sido amputada, por lo general incluyendo dolor.
Incluso es frecuente que una persona perciba su extremidad de manera diferente a la anatomía convencional, es decir, que la perciba deformada, en una posición diferente a la natural, con menor tamaño o incompleta, pero en realidad ya no existe.
Para eliminar esta sensaciones, especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizaron una investigación para demostrar el efecto de la acupuntura en el tratamiento del Síndrome del Miembro Fantasma, el cual se estima se manifiesta hasta en 97 por ciento en las personas que han sufrido amputación de una extremidad.
La investigación, que se realizó en la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH) del IPN, permitió al médico Fernando Pulido Robles obtener la Especialidad en Acupuntura Humana. Mediante ella comprobó que el cien por ciento de los pacientes que participaron en el estudio tuvo una respuesta favorable al tratamiento, hubo mejoría en distintos niveles –dependiendo de cada caso- y después de tres meses no sufrieron recaídas.
Lozano Rodríguez precisó que no todas las personas con Miembro Fantasma presentan dolor, y señaló que los mecanismos neurológicos que permiten la percepción de este síndrome son bien conocidos, las sensaciones que llegan al cerebro son identificadas según sea su localización en la piel, por el “Homúnculo de Penfield” en la corteza sensorial.
“El Homúnculo es un tipo de mapa en donde se representan todas las partes del cuerpo, cuando hay una amputación el cerebro intenta reorganizar la información sensorial que sigue a la amputación, es decir, renovar los cables por sí mismo para ajustarse a los cambios en el cuerpo; al no registrar u organizar la falta de la extremidad oportunamente, el cerebro aún sigue percibiendo la extremidad amputada”, agregó.
Indicó que el tiempo que tarda el cerebro en realizar este ajuste es muy variable, pues hay personas que después de la amputación no presentan Miembro Fantasma, y hay quienes tardan días, pero otras pueden demorar años.
El proceso de reajuste también depende de la forma en que se de la amputación, pues no es lo mismo una disección programada, que una realizada como producto de un accidente traumático.
Lozano Rodríguez sostuvo que existen factores que incrementan las probabilidades de desarrollar Síndrome del Miembro Fantasma como son: dolor previo a la amputación, coágulos sanguíneos en el miembro amputado, infección en el miembro antes de la amputación, daño previo en la médula espinal o en los nervios periféricos del miembro afectado.
“La literatura médica menciona que otro factor para presentar Miembro Fantasma es la edad, pues entre mayor es la persona es más frecuente que se presente. También los factores psicológicos como el estrés, depresión y ansiedad tienen influencia, desafortunadamente estos factores están muy ligados a un paciente amputado”, acotó.
En cuanto a los tratamientos que existen actualmente para atender este síndrome, el especialista politécnico refirió que son diversos, pero no existe ninguno que lo mejore tan favorablemente como la acupuntura.
“La medicina alópata trata el Síndrome del Miembro Fantasma con diversos recursos, que van desde la administración de analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos y anticonvulsivantes, hasta sedantes potentes e infiltración con anestésicos y corticoides para bloquear la sensación del dolor”, dijo.
Desafortunadamente, por la forma en que se genera este tipo de dolor, en el cual no hay necesariamente un proceso inflamatorio en un tejido localizado, la respuesta es incierta, produciendo usualmente una mejoría parcial o temporal, sin dejar de lado que el uso permanente de estos tratamientos puede generar efectos colaterales, afirmó.
El especialista de la ENMH comentó que además se practican tratamientos quirúrgicos que van desde volver a abrir la zona de amputación y tratar de liberar algunos nervios localmente, hasta las secciones (cortes) y bloqueos de nervios a diferentes niveles del sistema nervioso periférico, simpático y central, así como la estimulación eléctrica de nervios periféricos, medula espinal y cerebro, recursos agresivos que, lamentablemente, ninguno de ellos garantiza al cien por ciento buenos resultados.
Como un complemento a estos tratamientos médicos existen recursos físicos como los masajes, compresas frías y calientes, ejercicios de rehabilitación, estimulación eléctrica, ultrasonido y la acupuntura, la cual en el estudio realizado no se combinó con ningún tratamiento.
“El simple hecho de tener un miembro amputado genera una inestabilidad tal en el individuo, que es necesario prepararlo también psicológicamente. En este sentido, la acupuntura la aplicamos como una medicina integrativa de primer nivel con estricto apego a los cánones de la medicina moderna”, aseguró.
Afirmó que con el tratamiento de acupuntura se trata de aliviar el problema desde su origen y no sólo uno de los síntomas como es el dolor. “El tratamiento consta de 10 sesiones, una cada tercer día, dependiendo de cada caso y, si es necesario, se repite el tratamiento”.
Manifestó que después de la tercera o cuarta sesión se apreció la disminución considerable de las molestias del Síndrome del Miembro Fantasma, especialmente el dolor, que es el síntoma más molesto para los pacientes. Al final de la décima sesión la sintomatología mejoró hasta 80 por ciento.
Lozano Rodríguez dijo que el tratamiento de acupuntura es muy noble y seguro, no genera efectos secundarios, es económico y efectivo, además de que esta terapéutica médica se vale de distintas técnicas, aplicables según sea necesario en cada paciente, pero en general, en el tratamiento del dolor del Miembro Fantasma su efecto deriva de la estimulación en el cuerpo de ciertos puntos con efectos analgésico y antiinflamatorio sistémicos y no de un bloqueo local o regional (porque no existe la extremidad). Incluso una de las técnicas utilizadas consiste en la aplicación de agujas en la extremidad sana (superior o inferior) correspondiente a la amputada.
Señaló que algunos hospitales del sector salud de primer nivel han incorporado la acupuntura a sus servicios, pero aún hay mucho por hacer y consideró necesario ampliar la difusión de sus beneficios como terapéutica altamente útil en las clínicas del dolor y el área de neurología.
El especialista politécnico hizo un llamado a las personas amputadas con Síndrome del Miembro Fantasma para acudan a recibir atención en la Clínica de Acupuntura del IPN, ubicada en la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (Guillermo Massieu Helguera número 239, Fraccionamiento La Escalera Ticomán, Delegación Gustavo A. Madero.
Yamel Viloria Tavera
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