viernes, 15 de abril de 2011

Al son de la marimba, Chiapas en el cine

Al son de la marimba, Chiapas en el cine: "


Libro de Gustavo García

Como un trabajo que surge de las sobremesas, de las charlas de café y de una deuda pendiente con la cinematografía de la tierra que lo vio nacer, definió Gustavo García a su libro “Al son de la marimba. Chiapas en el cine“, que presentó en la Cineteca Nacional.
“Chiapas ha sido escenario de la filmación de numerosas películas que han dejado huella en la cultura mexicana, ha sido un estado ligado indudablemente al cine, no obstante que hasta 1903 debido al aislamiento del régimen porfirista, llegó a Tuxtla Gutiérrez el primer aparato cinematográfico, comprado por el ganadero Raúl Rincón”, relató Gustavo García.
El crítico estuvo acompañado en la Sala 4, de la Cineteca Nacional por Eraclio Zepeda, Debora Iturbe, directora del Sistema Chiapaneco de Radio Televisión y Cinematografía; Raúl Miranda, investigador de la Cineteca Nacional y César Chávez, representante del gobierno de Chiapas en el Distrito Federal.
Con más de 120 páginas, la edición ofrece un recorrido la cinematografía ligada a Chiapas, desde la aparición de sus paisajes y poblados en diversas películas, el surgimiento de directores, actores, musicalizadores y cinefotógrafos, hasta fotografías memorables como aquellas funciones en el Teatro Rabasa, en 1938, o stills de cintas como Al son de la marimba, protagonizada en 1940 por Fernando Soler.
El especialista recordó una decena de cintas relacionadas directamente con Chiapas como La rebelión de los colgados, Oficio de tinieblas, Cascabel, Balún- Canán, Chicoasén, Bajo el Fuego, Bartolomé de las Casas o Frontera sur, entre otras.
“Con la llegada de la rebelión zapatista, se produjeron también decenas de documentales, casi cualquier reportero que iba a entrevistar al subcomandante Marcos llevaba su cámara y sacaba su versión de los hechos, la cosa es que se siguen haciendo películas en el estado; Luis Mandoki acaba de terminar ahí su cinta sobre la Mara Salvatrucha”, refirió Gustavo García.
Afirmó que aunque el estado más importante en producción cinematográfica del país es sin duda Durango, y que Chiapas ha tenido a lo largo de las décadas un papel muy especial, no sólo en la cinematografía nacional sino también internacional.
“Este libro me sirve para ajustar cuentas con mi cinefilia personal, yo me formé en los cines de Chiapas, después de cada comida mi familia se ponía a hablar de cine y comentábamos sobre los actores y paisanos que se abrían camino en el cine a nivel regional, nacional e internacional”, recordó Gustavo García.
El crítico confesó que este no es un libro dirigido a especialistas ni críticos, sino para el público en general que gusta de ver películas y de conocer todo tipo de aspectos sobre la producción de una cinta, desde nombres de directores, actores, hasta datos curiosos que visten de color a la historia de cada cinta.
“Creo que el material le va a gustar a todos los fascinados con el cine de provincia, con los Cinemas Paradiso donde se desató la nostalgia de toda una época. Se van al desatar también las iras de muchos chiapanecos por las omisiones obvias, pues no hay un archivo de donde sacar la historia del cine de provincia, hubo que hacerlo directamente de los periódicos, de los recuerdos de familias, de las anécdotas urbanas, fue todo un trabajo de investigación”, señaló.
Eraclio Zepeda consideró que este libro descubre aspectos vitales del arte cinematográfico en Chiapas sin olvidar ningún rubro, abarcando capítulos como Oficio de tinieblas: la exhibición, Álbum de familia, donde se menciona a personalidades chiapanecas relacionadas con el cine como Pancho Córdova, Carlos Castañón, Mariano Campos, Alfonso Díaz, Aída Araceli Farrera y Daniel García blanco, entre otros.
“Me gustó mucho que el libro comenzará también con un homenaje a los proyeccionistas del estado y que se mencionara su contribución al abrir las puertas del cine a los ciudadanos, además de la cuenta del desarrollo de los mercados a nivel regional, la manera como las funciones iniciaron improvisadas en el Palacio Municipal, para después dar paso a la construcción de salas en forma”.
El escritor Eraclio Zepeda indicó que aunque el primer cinematógrafo llegó a la región 10 años después de su entrada al país, rápidamente se arraigó en los corazones de todos los chiapanecos, surgiendo talentos irremplazables para este arte.
“Tan sólo recordar a grandes músicos como El Chamaco Domínguez, cuya canción Perfiles, apareció en una de las secuencias de la inmortal cinta Casablanca, donde Humprey Bogart e Ingrid Bergman la bailan acompañados de la orquesta”.

Olga Zavala A.

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