Toy Story 3 la gran vendedora
El año se acabó, y para recordar aquellos momentos imprescindibles frente a la pantalla de cine, mencionaremos las cintas más taquilleras, más nos las mejores, de este 2010, y es que de acuerdo a lo publicado en los Estados Unidos, las ventas totales de entradas sobrepasará los 10 mil 500 millones dólares, cifra ligeramente inferior a los 10.6 mil millones dólares contabilizados en 2009.
A pesar de que supone un ligero descenso, esto es 'sólo la segunda vez que la taquilla anual ha superado la marca de los 10 mil millones '.
Y es que los informes atribuyeron este descenso a los fracasos en verano, los cuales no pudieron ser compensados por platos fuertes como “Harry Potter 7”, “Enredados” y la decepcionante “Tron”.
En el ranking, con una ventaja bastante amplia, es liderado por la entrañable tercera parte de Toy Story, seguido de la no tan agraciada Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton, y ya ocupando el escalafón de bronce al superhéroe Iron Man 2, interpretado por el ex adicto Robert Downey Jr.
La fantasía parece haber dominado en los siguientes lugares con Eclipse de la Saga Crepúsculo en el cuarto, El Origen (dirigida por Nolan) en quinto sitio, y Harry Potter 7 en sexto lugar.
Luego, los personajes virtuales parecen hacer a un lado a los actores “reales” con las cintas animadas por computadora, lo cual ya es un género por sí mismo, con cintas como “Mi Villano Favorito”, “Shrek Felices por Siempre”, “Cómo entrenar a tu Dragón” y ya como un frijol en el arroz la nueva versión del “Karate Kid”.
Cintas como “Cisne Negro” con la feliz actriz Natalie Portman, la multi galardonada “Red Social” que habla sobre el fundador del Facebook, “Shutter Island” de Martin Scorsese que mantuvo en suspenso a más de uno, y “Dogtooth”, una sátira sobre las mentiras que nos encadenan a un sistema dominante, pasaron casi desapercibidas por el público.
Lamentablemente, donde resulta espinoso hablar es en el cine nacional, que nos inundó con propuestas nacionalistas y supuestamente históricas y una que otra decepción, como es la costumbre, donde sólo podría hacerse una mención a la menos peor: El infierno, de Luis Estrada.
Luis Alonso Linares Abundio
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