lunes, 10 de octubre de 2011

Medicina cara e inútil: Ernesto Villanueva

Medicina cara e inútil: Ernesto Villanueva:


Desde hace tiempo me ha llamado la atención el por qué en México los medicamentos para atender las principales enfermedades que ocasionan el mayor número de muertes entre los mexicanos, según el INEGI, (enfermedades del corazón, tumores malignos y diabetes mellitus) son sustancialmente más caros que en prácticamente toda América Latina y los que aquí son baratos no necesariamente funcionan como debiesen. No es un asunto menor; antes bien, es un tema que erosiona día con día la salud de las personas que menos tienen y que no debería estar fuera del radar de la opinión pública. Existen datos que me permiten afirmar lo que aquí sostengo.
El programa de “cobertura universal de salud” que ha privilegiado el Gobierno Federal como una de sus iniciativas de bandera de aparente beneficio social hace agua, entre otros rubros, en uno de los más importantes, medicamentos de calidad, baratos y suficientes. De poco sirve, suponiendo que se diera por cierta la buena voluntad gubernamental teniendo a los mejores médicos del país al servicio de la gran mayoría de la población, dotados, además, de los más sofisticados aparatos de tecnología de punta. ¿No es irónico que los diagnósticos de enfermedades se queden en eso: diagnósticos, porque los pacientes no tienen los recursos para comprar los medicamentos para curar o controlar sus enfermedades?
Como se sabe, las enfermedades las sufren los pacientes y las padecen sus familiares. De entrada, un estudio de la OCDE (Pharmaceutical Pricing and Reimbursement Policies in Mexico elaborado por Pierre Moïse and Elizabeth Docteur) sostiene, entre otras cosas que:
a) México en los últimos años ha legislado “fuertes medidas de protección” de la propiedad intelectual para proteger a la industria farmacéutica;
b) El IMSS y el ISSSTE durante 2005 y años después compraron 11% de medicinas de patente, 42% de genéricos intercambiables y 53% de genéricos no intercambiables. Cabe decir que estos últimos son medicamentos “patito” que no curan porque, “no han pasado por ninguna prueba de intercambiabilidad, por lo que aun cuando tengan el mismo principio activo, forma farmacéutica, cantidad de fármaco, etc., la forma de preparación o los aditivos que se usen en su elaboración pueden hacer variar su biodisponibilidad, o sea su comportamiento dentro del organismo” (COFEPRIS, preguntas frecuentes). ¿Sabía usted que el 53% de los medicamentos comprados por IMSS e ISSSTE, según la OCDE, eran inútiles para la salud pero nos han costado a todos?, y
c) Los precios de las medicinas en México han sido más caros que en Francia y Canadá, donde los salarios mínimos son al menos 12 veces más altos en relación con los de México.

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