martes, 4 de octubre de 2011

Julio Cortázar, el cronopio crónico

Julio Cortázar, el cronopio crónico:


Considerado por muchos como una de las figuras más representativas del llamado boom latinoamericano, el argentino Julio Cortázar es creador de una obra tan sorprendente como enigmática. Pareciera que con su pluma dibujó de manera exacta una realidad parecida a la nuestra, pero pronto caemos en cuenta de que es a través de un libro, una puerta, un sonido, o cualquier otro evento simple pero místico que nos sirve como puente o enlace, que él puede abrir esa otra realidad en el espejo de agua y de aire en la cual se vio inmerso, ver lo fantástico de las cosas simples (a menudo esto realmente pasa) y transformarlo en una sucesión de hechos a imágenes y cambiar de espacio como cuando entramos al subterráneo pero de pronto, también cambiamos de época (la noche boca arriba), o mirar la realidad desde un remoto tiempo, sólo para ser conducto de la venganza de otros (las armas secretas), y estar al borde del pánico, sintiéndonos acechados por la nada que místicamente ignoramos (casa tomada).

Como estos hay muchos ejemplos (numerosos, claro), donde la realidad se ve afectada por nosotros mismos. Rayuela es ejemplo de un amor apasionado y triste al mismo tiempo en el París de los 50´s, donde los tiempos se ven conjugados hasta la exasperación y súbitamente nos regresa al inicio, no de la novela sino del amor mismo, si no es así, entonces ¿A dónde es que debemos llegar? “todo es muy simple”- decía Julio – a veces el tiempo es como estar en un hospital esperando a que la enfermera nos eche de la sala de estar, sin saber ella que es producto de la imaginación nuestra… Patafisico o Metafísico, sea como sea, después de platicar a distancia y entre líneas con este hombre de ideas, la realidad general ya no se nos revela de la misma forma y también nosotros a ella.

Emilio Enrique Martínez Sánchez

No hay comentarios:

Publicar un comentario