jueves, 13 de octubre de 2011

De Colón a Rayuela, la lengua y el libro protagonizan nuevo museo

De Colón a Rayuela, la lengua y el libro protagonizan nuevo museo:


Buenos Aires.- El cuaderno de bitácora de Rayuela, diversas obras cruciales de la literatura argentina, la historia del idioma español antes de la llegada de Cristóbal Colón a América y murales de Juan Carlos Castagnino y Lino Enea Spilimbergo conviven en Buenos Aires bajo el techo del nuevo Museo del Libro y de la Lengua, considerado el primero del ámbito hispanohablante.
El edificio de colorida fachada bajo la órbita de la Biblioteca Nacional abrió el martes sus puertas al público en el barrio porteño de Recoleta. Diseñado por los arquitectos Clorindo Testa y Francisco Bullrich, costó más de 14 millones de pesos (unos 3,3 millones de dólares) y cuenta con una superficie total de 1.500 metros cuadrados.
No existe un museo similar "en ningún país hispanohablante", se enorgulleció su directora, María Pía López. "De todos modos nosotros decidimos no convertirlo en un museo de la lengua española, sino en un museo de la lengua. Porque el objetivo más a largo plazo es que estén presentes todas las lenguas que se hablan en el territorio argentino", explicó a dpa.
"Nos interesa cómo en América se fue produciendo una serie de mezclas, de contaminaciones, de roces con las lenguas originarias, con las lenguas de las distintas colectividades migrantes, que fueron produciendo esta singularidad", señaló López. "Tenemos ganas de que en los próximos años podamos ir avanzando con los mismos criterios, pero sobre América Latina. Con la idea de que la riqueza que tenemos, al pertenecer a un continente donde se hablan distintas variedades del español, es enorme", analizó.
En la planta baja una vitrina refleja el debate acerca de un idioma nacional. "Desde Echeverría hasta Borges pasando por Sarmiento, los escritores argentinos sintieron que el lenguaje era su patria más profunda, y la construcción de un lenguaje que nos identificara, una misión ineludible", apunta un texto de la lingüista Ivonne Bordelois. También se reproduce el ya mítico llamamiento del escritor Roberto Fontanarrosa a amnistiar las malas palabras: "Integrémoslas al lenguaje".
El visitante es recibido a la entrada por un audiovisual sobre la historia del castellano hasta 1492. Posteriormente puede seguir en paneles expositivos la historia de la lengua hasta la actualidad, con unos 450 millones de hablantes. Allí se realza que a la llegada de los españoles al territorio argentino se hablaban más de 35 lenguas originarias, de las que actualmente sólo sobreviven 13.
El museo también recuperará cuatro murales. Se trata de lunetas realizadas por los artistas Castagnino, Spilimbergo, Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro, que pertenecieron a las Galerías Pacífico antes de su remodelación y reapertura en 1992 y que desde hoy serán restauradas a la vista del público.
"El de Castagnino es un mural que está muy mal, sufrió un incendio en las Pacífico, va a ser el que más tiempo va a llevar. En términos de patrimonio cultural es muy relevante la recuperación de estos murales", destacó López.
En la vitrina de manuscritos del primer piso se luce el cuaderno de bitácora de Rayuela de Julio Cortázar. "Fue comprado hace unos 20 años y es uno de los manuscritos valiosos que tenemos en la Biblioteca Nacional", explicó López. "La idea es que esa vitrina la vayamos rotando cada dos meses, que siempre tengamos un manuscrito del tesoro de la biblioteca en exhibición. Probablemente el próximo sea algo de Borges, o de Lugones", adelantó.
Justamente en este piso el objeto expositivo es el libro, pensado a partir de núcleos como las prohibiciones de las que fue víctima, la pedagogía política, el surgimiento de nuevos públicos y las escrituras de emergencia. Junto a la vitrina El Martín Fierro y su crítica, pueden encontrarse en otros sectores de la muestra libros como Civilización y barbarie (Domingo Faustino Sarmiento), Operación Masacre (Rodolfo Walsh), Boquitas pintadas (Manuel Puig) o el Nunca Más de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).
Asimismo se ofrecen en planta baja puestos de navegación interactiva para acceder a relatos, poesías, videos y música por provincias, que dan cuenta de las variedades lingüísticas regionales. Idéntico objetivo persigue un mapa parlante de la Argentina, donde puede escucharse una misma frase con divergentes entonaciones.
Adentrándose en el aspecto más lúdico, el juego "La palabra desconocida" permite elegir un término en una pantalla interactiva, para recibir por ejemplo la explicación del significado de "chafalonía", "frangollo" o "mistongo". También es posible probar conocimientos con las preguntas sobre la lengua de los "cerebros mágicos", así como jugar a un bingo de voces o a una sopa de letras.
En tanto, el segundo piso albergará la sala de exposiciones temporarias, donde el público podrá ver desde hoy una instalación artística de Roberto Jacoby. En los techos inclinados, visibles desde todo el museo, se proyectará un mural de letras interactivas que irán componiendo textos.
En la inauguración completa prevista para noviembre se presentará además un espacio de proyecciones, en el que funcionará una videoinstalación dirigida por la cineasta Albertina Carri, y una sala de recorrido por la lengua en la radio argentina, curada por el periodista Carlos Ulanovsky.
Mientras, Jorge Luis Borges manifiesta su opinión desde un texto en una de las vitrinas: "¿Qué zanja insuperable hay entre el español de los españoles y el de nuestra conversación argentina? Yo les respondo que ninguna, venturosamente para la entendibilidad general de nuestro decir. Un matiz de diferenciación sí lo hay: matiz que es lo bastante discreto para no entorpecer la circulación total del idioma y lo bastante nítido para que en él oigamos la patria".

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