Un plan republicano para reducir el déficit de Estados Unidos enfrentó un retraso y una fuerte oposición el miércoles, aumentando el riesgo de moratoria y una rebaja de la calificación crediticia a menos de una semana de que el Gobierno se quede sin fondos para pagar sus deudas.
Un plan republicano para reducir el déficit de Estados Unidos enfrentó un retraso y una fuerte oposición el miércoles, aumentando el riesgo de moratoria y una rebaja de la calificación crediticia a menos de una semana de que el Gobierno se quede sin fondos para pagar sus deudas.
Los líderes republicanos y demócratas, fuertemente enfrentados, intentan hallar un terreno común antes del 2 de agosto, cuando el Gobierno alcance su límite de endeudamiento de 14,3 billones de dólares, lo que desencadenaría una cesación de pagos que remecería a los mercados globales.
Aún si se evita ese destino, un plan que no contenga fuertes recortes del déficit podría generar una revisión a la baja de la máxima calificación de la deuda de Washington, lo que elevaría sus costos de crédito y daría un severo golpe a su anémica recuperación económica.
Luego de semanas de áspero debate, han surgido posibilidades de acuerdo, pero republicanos y demócratas no han dado su brazo a torcer en algunas demandas clave y se culpan mutuamente por poner la política antes que el interés nacional.
Las posibilidades de una resolución rápida se redujeron luego del aplazamiento del miércoles al jueves de la votación sobre un plan para rebajar el déficit, presentado por el republicano de más alto rango en el Congreso.
El republicano John Boehner, que preside la Cámara de Representantes, se apresuró a reescribir su proyecto de ley luego de que un análisis descubriera que recortaría el gasto en 350.000 millones de dólares menos que los 1,2 billones de dólares en 10 años que había ofrecido.
El presidente Barack Obama ha amenazado con vetar el plan de Boehner y el demócrata que preside el Senado, Harry Reid, dijo que 'nació muerto'.
El plan tampoco logró ganar el apoyo de los republicanos más conservadores alineados en el movimiento Tea Party, que se han negado a apoyar las alzas de impuestos y quieren recortes mucho más profundos a los programas sociales que tradicionalmente son protegidos por los demócratas de Obama.
La Casa Blanca dijo el martes que estaba trabajando con el Congreso para elaborar un 'Plan B' aún no determinado, ofreciendo un atisbo de esperanza de que pueda concretarse un acuerdo de última hora en momentos en que los legisladores sienten la presión de los mercados financieros cada vez más nerviosos.
El estancamiento arrastró a la baja a las acciones globales el miércoles, particularmente en Europa y Estados Unidos. Los atemorizados inversores trasladaron sus fondos a los tradicionales refugios del oro y el franco suizo, que subieron a máximos históricos en dólares.
El costo de los seguros de la deuda contra un cese de pagos en Estados Unidos durante el próximo año se elevó a un récord.
Aún no se han visto señales del pánico que se podría desencadenar con una moratoria, ya que la mayoría de los inversores está confiada de que se podrá alcanzar un acuerdo.
Un fracaso podría tener severas consecuencias. Un miembro del comité de política monetaria del banco central de Japón advirtió que una moratoria estadounidense o una rebaja crediticia se sentirían mucho más allá de Estados Unidos.
'Como la economía más grande del mundo, Estados Unidos tendrá un impacto inconmensurable sobre los mercados financieros globales y Japón no escapará al daño', dijo Hidetoshi Kamezaki, miembro del consejo del Banco de Japón.
La ministra de Presupuesto de Francia, Valerie Pecresse, exhortó a Washington a llegar a un acuerdo.
'La economía global necesita un acuerdo en Estados Unidos', indicó la ministra.
Según una encuesta de Reuters/Ipsos, los estadounidenses están abrumadoramente preocupados por la crisis de deuda y una mayoría -56 por ciento- apoya una mezcla de alzas impositivas y recortes de gastos que Obama ha defendido y los republicanos han desechado.
Pese a sus diferencias, exacerbadas por la campaña electoral para los comicios de noviembre del 2012, existe terreno común entre el proyecto de Boehner y el plan rival del demócrata Reid, que exige una reducción del déficit de 2,7 billones de dólares en la próxima década.
Reid dijo que no podía entender por qué los republicanos no apoyaban su plan dado que no sube los impuestos y los recortes de gasto que ha propuesto han sido respaldados por ellos.
'Está todo lo que los republicanos han exigido envuelto en un lazo y entregado a su puerta', agregó.
Obama ha dicho que no puede aceptar el plan de Boehner porque extiende la autoridad de endeudamiento del Tesoro solo hasta inicios del próximo año, porque se corre el riesgo de que se produzca otra controversia similar en medio de la campaña.
Washington
jueves, 28 de julio de 2011
Obama busca "Plan B", planes deuda EU estancados
Obama busca "Plan B", planes deuda EU estancados: "
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