Experimentos del investigador Adrian Raine de la Universidad de Pennsylvania, han encontrado que al observar el cerebro de los niños de 3 años, los científicos ya pueden ver señales de posibles problemas que en el futuro podrian dar indicios de conductas violentas y criminales.
Los que tenían una función pobre en la amígdala eran más propensos a convertirse en delincuentes más adelante en la vida, resultados obtenidos en un lapso de 20 años durante los cuales los científicos dieron seguimento. La amígdala es un área del cerebro en forma de almendra asociadas con el miedo, y parece que la tendencia de los delincuentes es que el condicionamiento del miedo se ve afectado.
Los investigadores no miden directamente la función de la amígdala en un escáner cerebral, pero se utilizan las respuestas de los niños al miedo a un castigo anticipado como aproximación.
De hecho, los psicópatas adultos parecen tener una reducción del 18% del volumen de la amígdala en comparación con los no psicópatas. Esta diferencia podría explicar por qué los psicópatas carecen de remordimientos, miedo y culpa.
El estudio también revela una zona del cerebro llamada corteza frontal orbital que tiende a estar asociada con la conducta antisocial, algo que ocurre con mayor frecuencia en los hombres.
Luis Alonso Linares Abundio
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